El tartar de lubina ahumada con sopa de almendras es una receta que combina tradición y vanguardia en un mismo plato. La frescura de la lubina, marinada en hierbas aromáticas y realzada con un delicado toque de salsa teriyaki, se fusiona con la suavidad de una sopa de almendras fría, inspirada en el clásico ajoblanco. El resultado es una propuesta elegante y sofisticada, donde el contraste de texturas y sabores sorprende desde el primer bocado. El ahumado opcional aporta un matiz único, elevando este entrante a una categoría gourmet ideal para celebraciones o para lucirse en una comida especial. Además de ser visualmente atractivo, el tartar de lubina ahumada es un plato nutritivo, ligero y perfecto para quienes buscan recetas con pescado blanco de alta calidad.

Info. nutricionalAlérgenosx
Energía 280 Kcal
Hidratos 7 g
Proteínas 22 g
Grasas 18 g
Fibra 2 g
Frutos de cáscara
Frutos de cáscara
Gluten
Gluten
Pescado
Pescado
Soja
Soja
  • 200 g de sal fina
  • 2 cucharadas de eneldo
  • 2 cucharadas de orégano
  • 2 cucharadas de hierbas provenzales
  • 400 g de lubina (sin piel ni espinas)
  • 2 cucharadas de salsa teriyaki
  • Cebollino picado
  • 150 g de almendra frita
  • 40 g de pan de molde
  • Medio diente de ajo
  • 300 g de agua
  1. Mezcla la sal con el eneldo, orégano y hierbas provenzales. Forma una cama en la encimera y coloca encima la lubina limpia. Cubre con otra capa de sal y deja marinar 10 minutos. Lava con agua fría y seca con papel absorbente.
  2. Trocea la lubina y mézclala en un bol con la salsa teriyaki y el cebollino picado. Forma bolas con papel film y reserva en nevera.
  3. Tritura las almendras junto con el pan, medio ajo y el agua durante 5 minutos. Cuela por un colador fino, rectifica de sal y reserva en frío.
  4. Saca la lubina del film, ahúmala en frío 5 minutos (opcional) y dale un golpe de soplete.
  5. Sirve con media cucharada de salsa teriyaki en el fondo del plato, coloca la lubina encima y acompaña con la sopa de almendras. Finaliza con aceite de oliva virgen extra y cebollino fresco.
  • Para intensificar el contraste, sirve la sopa de almendras bien fría y la lubina ligeramente templada tras el golpe de soplete.
  • Si no dispones de ahumador, utiliza un toque de pimentón ahumado para dar un matiz similar.
  • Sustituye la lubina por corvina o dorada para variar la receta.
  • Para una textura más cremosa en la sopa de almendras, añade un chorrito de leche evaporada.

Preguntas frecuentes sobre Tartar de lubina ahumada con sopa de almendras

Se utiliza un ahumador con virutas de madera a baja temperatura, sin cocinar el pescado, solo impregnándolo de aroma.

Debe consumirse en el mismo día y mantenerse refrigerado hasta el momento de servir.

Sí, siempre que lo descongeles correctamente en frío y compruebes que esté libre de espinas y piel.