El pollo al ajillo es uno de esos platos de la cocina española que nunca pasa de moda. Una receta tradicional, sencilla y sabrosa que conquista con su aroma a ajo dorado y su salsa impregnada de vino blanco. Preparar pollo al ajillo en casa es muy fácil, y además es una opción económica y nutritiva que gusta a toda la familia. Esta versión con patatas fritas y ajos enteros resulta perfecta como plato principal, tanto para el día a día como para una comida especial de fin de semana.

Con ingredientes básicos como pollo, ajo, cebolla y caldo, se consigue un guiso lleno de sabor en apenas 40 minutos. Su secreto está en marcar bien el pollo y dejar que los ajos y el vino aporten profundidad a la salsa. El resultado es una carne tierna y jugosa, con un sabor inconfundible que ha convertido al pollo al ajillo en un clásico de bares, restaurantes y cocinas caseras.

Info. nutricionalAlérgenosx
Energía 480 Kcal
Hidratos 25 g
Proteínas 36 g
Grasas 25 g
Fibra 3 g
Dióxido de azufre y sulfitos
Dióxido de azufre y sulfitos
  • 4 muslos de pollo
  • 100 ml de vino blanco
  • 500 ml de caldo de pollo
  • 6 dientes de ajo
  • 1 patata grande
  • 1 cebolla mediana
  1. Marca los muslos de pollo en la sartén a potencia 4 hasta que estén dorados. Retíralos.
  2. Sofríe a potencia 3 los dientes de ajo fileteados hasta dorar.
  3. Añade la cebolla picada y sofríe un par de minutos.
  4. Incorpora de nuevo los muslos de pollo, moja con el vino blanco y reduce a la mitad.
  5. Añade el caldo de pollo, rectifica de sal, tapa y cocina 20 min a potencia 3.
  6. Pela y corta la patata en cubitos, fríela junto con dientes de ajo enteros sin pelar.
  7. Emplata el pollo con su salsa y coloca por encima las patatas fritas con los ajos.
  • Dora siempre los ajos lentamente para que aporten aroma sin llegar a quemarse, así conseguirás una salsa equilibrada y deliciosa.
  • Añade un poco de laurel o tomillo para potenciar el sabor del guiso.
  • Si prefieres una salsa más ligada, retira el pollo al final y tritura parte de los ajos y cebolla.
  • Acompáñalo con pan casero para disfrutar al máximo de la salsa.

Preguntas frecuentes sobre Pollo al ajillo

Marca bien el pollo antes de guisarlo y no lo cocines en exceso. El caldo y el vino ayudan a mantenerlo tierno.

Lo ideal es un vino blanco seco, que potencia el sabor de la salsa sin endulzarla.

Sí, sustituye el vino por un chorrito de limón o más caldo de pollo para un resultado más suave.