El hummus de berenjena es una alternativa deliciosa y saludable al hummus tradicional. Combina la suavidad de los garbanzos con el sabor ahumado de la berenjena asada, resultando en una crema untuosa ideal como entrante o aperitivo. Esta receta mediterránea es perfecta para acompañar con pan de pita, crudités o tostadas, y además aporta proteínas vegetales, fibra y antioxidantes. Un plato ligero, nutritivo y muy fácil de preparar en casa.

Info. nutricionalAlérgenosx
Energía 210 Kcal
Hidratos 25 g
Proteínas 8 g
Grasas 9 g
Fibra 7 g
  • 400 g de garbanzos cocidos
  • Medio pimiento rojo
  • 3 berenjenas medianas
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1 cucharadita de pimentón picante
  • 1 diente de ajo
  • Hierbabuena fresca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  1. Quema la piel de las berenjenas con un soplete (opcional).
  2. Ásalas en una sartén tapada a potencia media durante 25 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando. Deja enfriar dentro de la sartén.
  3. Abre las berenjenas, extrae la pulpa y colócala en un robot de cocina.
  4. Añade el ajo, el comino, los garbanzos y una pizca de sal. Tritura hasta obtener una mezcla homogénea.
  5. Rectifica de sal y guarda en la nevera hasta servir.
  6. En un bol, mezcla una cucharada de garbanzos cocidos con el pimiento rojo picado, sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
  7. Sirve el hummus en un plato hondo, añade la mezcla de garbanzos y pimiento.
  8. Espolvorea pimentón picante al gusto y decora con hojas de hierbabuena fresca.
  • Deja reposar el hummus en la nevera al menos 1 hora antes de servir para que los sabores se integren mejor.
  • Asa las berenjenas directamente en el horno a 200 ºC durante 30 minutos si no tienes soplete.
  • Añade tahini para un toque más tradicional y cremoso.
  • Acompaña con pan de pita casero, nachos o bastones de zanahoria y pepino.
  • Si quieres potenciar el sabor ahumado, añade un poco de pimentón de la Vera.

Preguntas frecuentes sobre Hummus de berenjena

Con pan de pita, crudités, galletas saladas o como base para sándwiches.

Sí, aunque puede perder algo de textura. Lo ideal es guardarlo en nevera hasta 4 días.

El clásico se prepara con tahini, mientras que el de berenjena gana un toque ahumado y más ligero.