- 4 tomates maduros grandes
- 1 pimiento rojo grande
- ½ cebolla dulce
- 1 patata mediana
- 1 burrata (125 g aprox.)
- 4 hojas de albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Vinagre suave (opcional)
- Pela y trocea la patata. Limpia el pimiento y córtalo en tiras. Pela y corta la cebolla.
- En una sartén con aceite de oliva, sofríe primero la patata unos minutos. Añade la cebolla y el pimiento, y cocina a fuego medio hasta que la patata esté tierna y las verduras doradas.
- Trocea los tomates, añádelos a la olla y cocina todo junto durante 10 minutos.
- Tritura los tomates con las verduras, las hojas de albahaca, un buen chorro de aceite y unas gotas de vinagre (opcional). Ajusta de sal y pimienta.
- Pasa la mezcla por un colador fino y refrigera al menos 2 horas.
- Sirve la crema fría en platos hondos, añade la burrata troceada y decora con albahaca fresca y un chorrito de aceite.
- Utiliza tomates maduros de temporada, preferiblemente tipo pera o rama, para conseguir una textura más cremosa.
- Si quieres un acabado más ligero, sustituye parte del aceite por agua fría o añade hielo al triturar.
- Para un punto ácido equilibrado, usa vinagre de Jerez o vinagre blanco suave.
- Sirve en copas o cuencos fríos para potenciar el efecto refrescante.
La combinación de tomate y burrata es un clásico de la cocina italiana moderna. La burrata, originaria de la región de Apulia, combina la textura firme de la mozzarella con un interior cremoso de nata y stracciatella. Servida sobre una base de tomate frío, ofrece una fusión perfecta entre frescor y cremosidad.
Hidratos 16 g
Proteínas 9 g
Grasas 21 g
Fibra 3 g








