- 100 g de parmesano rallado
- 50 g de jamón ibérico picado
- Mezcla el parmesano con el jamón ibérico en un bol.
- Coloca la mezcla en un molde o aro aprovechando al máximo el espacio de la sartén.
- Enciende la inducción al mínimo y cocina hasta que el jamón empiece a soltar su grasa.
- Apaga la inducción y deja que enfríe sin mover.
- Da la vuelta con cuidado para evitar que se rompan las galletas.
- Vuelve a encender la inducción al mínimo y termina de dorarlas por el otro lado.
- Deja enfriar sobre papel absorbente antes de servir.
- Usa parmesano recién rallado para que funda de forma uniforme.
- Si deseas una textura más ligera, mezcla el parmesano con un poco de queso grana padano.
- Añade una pizca de pimienta negra o romero seco antes de cocinar para potenciar el aroma.
El parmesano o Parmigiano Reggiano es uno de los quesos más antiguos de Italia, con denominación de origen desde el siglo XIII. Se elabora con leche de vaca y se envejece durante al menos 12 meses, desarrollando su característico sabor umami y textura granulada.
Hidratos 0,5 g
Proteínas 15 g
Grasas 14 g
Fibra 0 g









