1. Tritura las galletas junto con la mantequilla hasta obtener una masa uniforme.
2. Forra el molde con papel de horno, cubre la base con la mezcla y compacta bien. Congela 20 minutos.
3. Bate los huevos con el azúcar hasta disolverla. Añade el queso, la nata y una pizca de sal. Mezcla bien.
4. Vierte la mezcla sobre la base y hornea 20 minutos a 200 °C (precalienta a 220 °C y baja después).
5. Deja enfriar fuera del horno y luego en la nevera.
6. Cuece los frutos rojos con azúcar y un vaso de agua hasta que espese. Deja enfriar.
7. Sirve la tarta fría con la mermelada de frutos rojos por encima.

• Usa queso crema tipo Philadelphia para una textura más cremosa.
• Añade una cucharada de harina de maíz si quieres una tarta más firme.
• Para intensificar el sabor, incorpora una cucharadita de ralladura de limón o vainilla líquida a la mezcla.

La tarta de queso tiene sus raíces en la antigua Grecia, aunque fue en Nueva York donde alcanzó fama mundial. En España, la versión con mermelada de frutos rojos se popularizó por su toque afrutado y fresco, perfecto para equilibrar el sabor del queso.